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Una gran telaraña en el ancho mundo
(Distribución de información y autoaprendizaje. Web)

La Web

 

La “Web” (“telaraña”), abreviatura de “World Wide Web” (la telaraña de extensión el mundo) y también conocida como WWW es lo que hoy para muchos representa Internet. Tanto que llega a ser sinónimo hablar de Internet y hablar de la Web. ¿Qué es la Web? ¿Qué piensan los educadores de ella? ¿Para que puede servirnos?

 

La Web es una especie de hipertexto, o como la información más allá de la información (en gran medida textos), el espacio en el que se recoge toda la información, más allá de los espacios informativos locales. No tiene otra entidad, no pertenece a nadie, no la controla nadie. En cuanto alguien coloca un documento en un servidor de Internet y, de alguna manera, se lo hace saber a otro, acaba de construir una vuelta más de esa gigantesca telaraña.

 

Los documentos básicos en la Web son los documentos html (explicados en otro capítulo). Estos son documentos de textos pero que pueden vincularse a cualquier otro tipo de información multimedia. Los usuarios (“navegantes”) recorren la Web con ayuda de un navegador u ojeador (“browser”) como NetScape Communicator o Explorer. En ocasiones para poder leer un documento se hace necesario que nuestro navegador disponga de una habilidad especial, lo que se consigue con los “plug-in”, pequeños programas que se colocan en una carpeta junto al navegador y le permiten mostrar vídeos, programas multimedia, imágenes especiales, televisión, radio, etc. En otras ocasiones es necesario acudir a aplicaciones o programas. Por ejemplo, un documento html puede tener un enlace a un fichero Word Perfect. Al “clicar” con el ratón nuestro ordenador recogerá el fichero pero a continuación sólo tendrá estas opciones: o lo abre con ayuda de una copia del programa Word Perfect o lo salva en el disco duro para abrirlo más adelante, siempre con ayuda del programa original.

 

Navegar por la Web es aparentemente sencillo: basta desplazar el ratón sobre los enlaces que nos interesan. Pero navegar de modo eficaz requiere unas pocas destrezas más: saber trabajar en paralelo con varias ventanas, optimizar el uso de varios programas en el ordenador, utilizar adecuadamente los marcadores (Bookmarks) y los buscadores, etc. Hoy la Web incluye muchos servicios gratuitos que lo son gracias a que incluyen publicidad, una publicidad que, por cierto, no se ha demostrado excesivamente eficaz. Hay que saber prescindir de la que no nos interese.

 

Los alumnos no tienen dificultades especiales en navegar por la red, incluso cuanto más jóvenes son, menos dificultades tienen. A veces uno tiene la sensación de haber perdido el tiempo o haber empleado excesivo. Hay que tener en cuenta dos factores: uno es la necesaria adquisición de destrezas de navegación, lo que lleva un tiempo de aprendizaje en el que la lentitud es molesta. Otro factor que influye incluso cuando uno lleva muchas horas en la Web, es la lentitud de la red física. Y por supuesto, siempre que uno entra en un entorno nuevo le puede llevar un tiempo familiarizarse con las características del sitio.

 

La Web se compone así de documentos, cada uno de los cuales puede incluir varias páginas html, cada una de las cuales puede consistir en un fichero html y otros varios ficheros (por ejemplo gráficos gif o jpeg) asociados. Los documentos se organizan en “sitios” (“Web sites”). Así un centro puede tener su sitio Web en el que aloja las “webs” de diferentes asignaturas o departamentos. También puede ser que un programa de tecnología oficial mantenga su sitio Web site que aloja las webs de varios centros. Incluso un mismo servidor  puede acoger varios sitios Web.

 

Los educadores no miran con buenos ojos a la Web. Tanto padres como profesores se quejan de que hay pornografía, de que se pierde tiempo, de que los alumnos copian sin entender... Estos puntos ya los hemos comentado en otro sitio al hablar de los defectos de Internet. Internet, como en su momento los libros, representa un medio poderosísimo presente en la vida de nuestros alumnos: podemos crear un “Indice de libros prohibidos” o una censura. También podemos educar para la toma de decisiones libres y personales. El control de Internet está ampliamente debatido en el capítulo 8.

 

Pero lo que aquí nos interesa es para qué puede servir Internet desde la perspectiva del desarrollo del currículum escolar. La verdad es que ofrece muchas posibilidades diferentes, que vamos a presentar poco a poco y de modo escalonado.

 

 

La escuela en la Web (Internet)

 

Evidentemente aquí nos referimos a la escuela o al centro de Secundaria. Uno de los primeros gestos es estar presente en la Web, esto es, producir la página Web (página home) del centro. En muchos casos esta página se puede “colgar”, es decir, colocar en un servidor Web, dentro de los sitios que poseen los programas oficiales de introducción de las Nuevas Tecnologías. Muchos servidores ofrecen la posibilidad de colgar las páginas Web al mismo tiempo que se adquiere una cuenta de correo.  Pero, ¿para qué?

 

Las páginas Web en Internet tienen un doble objetivo: promocional e informativo. Los centros educativos también necesitan promocionarse, pero no sólo porque necesiten coyunturalmente convencer a los futuros alumnos (o a sus padres) de la bondad del centro, sino también porque en el marco de una sociedad pluralista, los centros tienen la obligación de informar a los padres de cuál es su línea pedagógica, cuáles sus objetivos, cómo se organizan, etc. Estas son algunas de las informaciones que algún padre en un momento dado podría necesitar:

. Dónde y cuándo encontrar al director o a los profesores y tutores,

. Qué otros servicios se están ofreciendo de modo paralelo (por ejemplo extraescolares)

. Qué se puede hacer en caso de una necesidad especial (como no poder recoger a los niños)

. Cuáles son los planes de emergencia que según las leyes relativas a seguridad en el trabajo deberían poseer todos los centros (otra cosa es si los tienen)

. El horario de las asignaturas

. El plan de menús del comedor (y de paso, sus objetivos educativos si los tiene)

. Las normas más corrientes

. Una agenda de los acontecimientos, fiestas, celebraciones, etc. que se van a hacer

(y posiblemente información sobre las que se han hecho)

. Información sobre los proyectos en los que se participa

. Una explicación de cómo funciona el sistema educativo para los padres

. La historia de la escuela

(estas sugerencias están tomadas de las páginas Web de diferentes escuelas).

 

Más adelante veremos que estas páginas pueden tener otras funciones no sólo relacionadas con la gestión de la escuela sino también en el marco de las diferentes actividades curriculares.

 

Pero no hay que desdeñar la importancia de esa página: datos sobre la matriculación, la procedencia de los alumnos, las actividades extraescolares, las fiestas... proporcionan a los padres una información importante para conocer como es la escuela o el centro de sus hijos.

 

La verdad es que a estas alturas puedo deprimirme un poco. En los últimos tiempo he oído asombrado a profesores y directores, en algunos casos procedentes o situados en centros públicos que tuvieron una tradición pedagógica envidiable, preguntar que qué es eso de la comunidad educativa, por qué se quieren meter los padres, ... tenemos ya mucho trabajo, nuestro horario acaba a las cinco (o a la hora que sea), ... Una extraña mezcla de reivindicaciones laborales absolutamente legítimas con una concepción de la educación como un trabajo similar al de una fábrica, del que no hay que rendir cuentas a la sociedad, en el que no debe participar la sociedad (a pesar de aceptar extrañados la presencia de representantes sociales en el Consejo Escolar), y desde luego del que no tienen que rendir cuentas a los, en definitiva, clientes y usuarios: los padres y alumnos.

 

He visto profesores que deniegan una cartilla a un alumno que ya dejó el colegio porque vino a recogerla a las 5 de la tarde (tenía que venir antes), he visto profesores que ponen la hora para entregar los informes a los padres a las 12 del mediodía, y se quedan tan tranquilos sin aceptar que los dos padres trabajan (a veces en un pueblo o ciudad cercano)  y puede que no sea fácil venir hasta las 6 o las 7 de la tarde (¡pero eso ya es fuera de su horario!). He visto tal deterioro en la escuela pública (y no sólo por culpa de la administración sino que también hay maestros están colaborando a su propia ruina) que hablar de que una escuela coloque su página Web parece de pronto hablar de temas angelicales.

 

Siempre ha habido profesores de este tipo, los he tenido como compañeros, tristes compañeros. Y son ellos los que me preguntan: ¿poner mi horario de atención a los padres? ¿para qué? ¿Y por que tenemos que poner toda esa información? “Cualquier día la pueden utilizar”, etc. etc.

 

Pero sigues encontrando maestros y profesores con auténtica vocación, que hacen compatible sus reivindicaciones como trabajadores con una comprensión de su trabajo más allá del típico y tópico funcionario de 9 a 3.  Es necesario volverse hacia los muchos profesores que siguen trabajando con ilusión para convencerse de que es posible tirar adelante este tipo de proyectos. No necesitan saber informática, no necesitan ser tecnólogos, pueden sufrir pánico ante las máquinas... Pero si todavía conservan la ilusión y tienen conocimientos suficientes sobre cómo deben organizarse los aprendizajes hoy, entonces podemos pasar a proyectos más complejos como los siguientes.

 

 

Una web en la escuela (Intranet)

 

El siguiente paso es colocar los ordenadores del centro en red. Esto es bastante sencillo. el sistema Macintosh siempre incluyó la posibilidad de conectarse utilizando incluso un simple cable telefónico, creando redes que permitían compartir impresoras, acceder a los discos duros o a programas de otros ordenadores, etc. En su momento también añadió la posibilidad de convertirse fácilmente en servidores de Internet, de modo que llegó a ser el soporte más utilizado: 60% de los servidores de Internet. Las últimas versiones de Windows han incorporado muchas de esas posibilidades de modo que colocar los ordenadores del centro en red es hoy una tarea bastante sencilla. Eso sí, se tienen que comprar los cables a fin de utilizar una red ethernet que permita hasta 100 Mb/sg. de velocidad.

 

Pero para qué. El paso más importante es cambiar de una metodología de tipo magistral a una metodología realmente participativa y activa que atienda a la diversidad. Estas son algunas ideas sobre la organización del aula. Están solamente sugeridas y recogen formas de trabajo habituales en centros existentes.

 

Los profesores deben orientar su metodología hacia formas de trabajo personalizado en el que los alumnos buscan y trabajan con la información.  Para ello se introducen de 4 a 6 ordenadores en la propia aula ordinaria (para 25/30 alumnos), y no en un aula especifica. Los alumnos pasan a trabajar de modo autónomo, utilizando alternativamente ordenadores, libros, etc. Los ordenadores proporcionan soporte para la gestión del estudio individual o en grupo de los alumnos (tareas a realizar, evaluación y evolución de los aprendizajes, acceso a puntos específicos de información, programas de EAO (CAI) puntuales, ...

 

Lo interesante de la red es que el profesor no necesita colocar nada en esos ordenadores sino que lo hace en un “servidor” al que pueden acceder los alumnos indistintamente desde cualquier ordenador del centro y, si la red queda conectada permanentemente a Internet, desde cualquier lugar del mundo, por ejemplo, desde un hospital.

 

El diseño básico del curso se realiza alrededor de unidades centradas en problemas, casos o centros de interés. Cuando un alumno entra en clase, sólo, por parejas o con su grupo, se dirige a un ordenador, consulta el estado de sus tareas, imprime un plan para la jornada, y comienza el trabajo que alterna con ayuda de materiales en papel (libros, apuntes, etc) y en ordenador. En Secundaria es incluso posible romper con la división por grupos de clase y crear un entorno abierto con grupos naturales de unos 8 estudiantes que se desplazan libremente por diferentes espacios basados en seminarios relacionados con los departamentos.

 

El diseño de las actividades lo realizan los profesores en equipo, repartiéndose las tareas y colaborando otros centros. La idea es que si varios profesores de diferentes centros se reúnen y se dividen el trabajo pueden preparar los materiales con un esfuerzo menor.

 

Los profesores también utilizan la informática para su gestión del aula (seguimiento de los alumnos, organización del trabajo, etc.). Esta es una importante tarea que los ordenadores pueden realizar. El mismo alumno va marcando las tareas realizadas, dejando los materiales para el profesor, respondiendo a pruebas cuando sea necesario, etc. El profesor dedica un tiempo cada día a analizar el trabajo de sus alumnos, detectar problemas, decidir si es necesario hablar con alguno en detalle,... desarrollando una evaluación continua de su trabajo.

 

Si los materiales quedan disponibles en un servidor en Internet, alumnos y padres pueden acceder desde sus casas, creando una auténtica “aula abierta” en el espacio y el tiempo. Esto resulta especialmente interesante para el verano, pues los alumnos pueden continuar trabajando desde casa. Sé que sonará a herejía, políticamente incorrecto y todo eso, pero no veo la razón por la que un profesor no pueda conectarse una vez cada quince días durante el verano a través de Internet para aclarar dudas y orientar a los alumnos que necesitan reforzar sus aprendizajes en esos meses. No le llevaría más de un par de horas y el efecto sería increíble.  Hay que decir que algunos lo hacen, alguno por métodos más tradicionales.

 

Pero esto nos ha llevado a la siguiente etapa: hasta ahora habíamos creado una “Intranet” conectando todos los ordenadores en una red local de la escuela, y utilizando los protocolos y programas de Internet para distribuir la información y mantener la comunicación dentro del centro. Ahora se trata de crear una “Extranet” o “Externet”, es decir, ampliar la Intranet hacia fuera de la red local, siguiendo utilizando los protocolos de Internet, aunque no necesariamente abierta a cualquier usuario.

 

 

La escuela es la Web (ExterNet)

 

Conectada ininterrumpidamente la red local a Internet mediante conexiones RDSI, TV-cable o de otro tipo, las posibilidades se amplían. La escuela se prolonga y extiende llegándose a identificarse Web y escuela.

 

En primer lugar, ahora no necesitamos preparar TODOS los materiales informativos que deben consultar nuestros alumnos para resolver los casos, problemas o las actividades que les propongamos. Incluso podemos proponer actividades sin proporcionarles información. El planeta entero está lleno de información disponible en la Web, al alcance de todos ellos, pues desde cualquier ordenador del centro pueden pasar a buscar la información en todo el mundo. Es una suerte que conozcan el español pues cada día hay más y más materiales en esa lengua disponibles en Internet. Pero también adquiere importancia el conocimiento de idiomas, especialmente el Inglés. Ahora los alumnos pueden asistir en cualquier momento a las evoluciones de un robot en un planeta, ver cómo se ve su pueblo desde un satélite, charlar con alumnos de otros centros u otros países (preguntarles datos que ellos poseen), consultar diccionarios, enciclopedias, bibliotecas,... acceder a las obras más importantes en el idioma en que fueron escritas, buscar en las hemerotecas de los periódicos en la Web las noticias sobre un tema determinado, visitar virtualmente salas de operaciones o yacimientos arqueológicos, comparar mapas de todos los tipos imaginables e incluso comparar representaciones de varias épocas o con la foto actual que se obtiene desde un satélite, o quizás visitar ese país o esa ciudad de modo virtual, conocer cómo es un pueblo o una ciudad lejana, qué hacen, cómo viven, tanto por descripciones como por las fotos que incluyen, asistir a disecciones virtuales o reales de animales filmadas una sola vez, vivir de cerca la ecología más real,  ...y un etcétera inacabable.

 

En esta tarea desarrollarán destrezas reales en la búsqueda de información (no lo tienen todo a mano y fácil). Y tendrán que tomar decisiones, se equivocarán, perderán tiempo,... e irán aprendiendo a moverse en un mundo inundado de información. Además tendrán que aceptar responsablemente las consecuencias de sus decisiones, decisiones libres que generarán polémica en el grupo y deberán ser analizadas y discutidas con el profesor/educador (¿qué pasa si se dedican a visitar una página pornográfica? ¿o se evaden un chat intranscendente?).

 

Pero si estamos introduciendo la Web y con ella el mundo en la escuela, también introducimos la escuela en la Web y la extendemos hacia todo el mundo. Los alumnos pueden trabajar desde casa. Un alumno que sufre una hospitalización de varios meses no debe verse desconectado de sus compañeros ni de la escuela: participa en las actividades incluso conectando vía videoconferencia con sus compañeros y profesores. La escuela también se extiende en el tiempo: vacaciones, fines de semana son momentos de descanso y desconexión pero eso no quiere decir que haya que aceptar que lo normal es esa ruptura absoluta que provoca más problemas que beneficios. La escuela es entonces el vínculo que permite a los amigos distantes en vacaciones encontrarse y contarse lo que hacen, bien vía correo electrónico, bien vía videoconferencia (y no necesitan hablar de deberes, ¡claro!).

 

Los profesores cambian también su perspectiva y descubren el trabajo en equipo. Un profesor que se responsabiliza de las matemáticas en un centro de Primaria pequeño puede descubrir la posibilidad de trabajar con otros colegas que se encuentran en su misma situación, intercambiar experiencias, compartir materiales, trabajar en equipo... Las escuelas unitarias pueden compatibilizar la atención social a niños que tienen derecho a crecer en su entorno natural con el derecho a recibir una formación adecuada y moderna impartida por especialistas: los profesores de esos centros no necesitan ser grandes acumuladores de saber sino ser capaces de ayudar a sus alumnos a trabajar con la ayuda de profesores especializados que ayudan a varias escuelas unitarias. También los alumnos descubren que sin salir de su pequeño pueblo distante muchos kilómetros de la capital, pueden intercambiar ideas con otros niños de su edad, jugar con ellos, trabajar juntos, compartir sus vivencias...

 

La extensión escuela-web también afecta a las familias. Se implica a los padres en sesiones de discusión, y formación: se organizan cursos a distancia para padres sobre temas de educación (cursos que son compartidos por muchos centros aunque tutorizados por los propios profesores). el asesoramiento a los padres y la información que se recibe de ellos permite organizar los procesos educativos de modo coherente.

 

Donde sea posible se anima la creación de espacios virtuales para los padres. En los cursos inferiores se anima la colaboración de los padres en el centro  (e.g. atención individualizada a niños con referencia a la lectura o necesidades específicas)

 

La escuela abierta a Internet permite la colaboración de centros y redes de centros. Los profesores trabajan en equipo como hemos señalado, y sobre todo surge la posibilidad de compartir materiales. Pero es posible ir mucho más lejos. Es posible atender mejor la diversidad. En la clase de mi hija hay una niña china, y en todo el colegio, un pequeño colegio de pueblo, hay dos más, hermanas de diferentes edades. No son suficientes para organizar clases de chino que tendrían que ser individuales por los diferentes niveles. Pero si podemos pensar en atender a los alumnos chinos procedentes de varios centros, en clases virtuales con trabajo vía Web, sesiones vía videoconferencia semanales (desde diferentes escuelas cada vez) y una sesión presencia cada mes reuniéndose todos en un centro. Es factible organizar cursos a distancia que tratan de atender la diversidad tanto la que proviene de las diferencias culturales como la que tiene su origen en las diferencias individuales: los alumnos más dotados no necesitan separarse de sus compañeros entrando en un centro especial, pero tampoco tienen que renunciar a la posibilidad de desarrollar al máximo sus capacidades.

 

En realidad toda la Web se convierte en una gran escuela multicultural, en la que grupos de profesores y alumnos trabajan a través de todo el planeta. Algunas de las webs citadas como la aventura educativa u otros proyectos van precisamente en esa línea. el defecto que tienen esos proyectos es que se conciben de modo centralizado lo que es precisamente lo contrario de lo que define a Internet. No se trata de construir grandes sitios Web que albergan alumnos, padres y profesores de muchas escuelas, sino de interconectar los sitios webs de muchas escuelas y centros de secundaria que quedan interconectados también con centros que ofrecen servicios, cursos, asesoramiento especializado...

 

Por ejemplo, la escuela X tiene un alumno ruso. Este niño seguirá cursos de lengua y cultura rusa a través de Internet desde el “Centro de atención al emigrante ruso” situado en Madrid o en Moscú. Además, a través de esa Web contacta con otros alumnos en España o en Rusia o en cualquier lugar del mundo. Cuando trabaja con sus compañeros de la escuela en el grupo descubre que puede aportar algo específico que sus compañeros no tienen, pues accede a fuentes de información diferente. Los alumnos de un mismo grupo natural de trabajo pueden entonces acceder a fuentes de información diferente y descubrir aspectos como la diversidad cultural, los diferentes modos de interpretar una misma situación, la relatividad de las interpretaciones, la necesidad de coordinar y armonizar ideas y la de coexistir con interpretaciones diferentes del mundo.

 

 

Webescuelas en un mundo audiovisual

 

La Web y la escuela se entienden bien: lamentablemente ambas están fuertemente apoyadas en el texto escrito. Pero ambas deben o van a evolucionar hacia un mundo audiovisual, con mensajes y textos sonoros, visuales y audiovisuales. La Web lo hará lenta pero inexorablemente por la fuerza de los medios audiovisuales, conforme la infraestructura de las redes permita mejorar la calidad. La escuela debería hacerlo también. De hecho hay experiencias de centros que ya lo han hecho. Estas son algunas de las experiencias que se pueden encontrar.

 

Colocar una cámara de menos de cien dólares conectada a un ordenador y disponer de una emisora de televisión de alcance mundial es una misma cosa. Algunos padres de una guardería se alejaban apenados de los hijos pequeños que lloraban desconsoladamente, hasta que al volver a casa podían ver vía Web-TV en Internet que apenas habían cruzado la puerta sus hijos se habían olvidado de las lágrimas y jugaban alegremente. En cualquier momento los padres pueden ver cómo son educados sus niños pequeños, como actúan el o la educadora. Los padres pueden fijarse en las conductas que los educadores les dicen en las entrevistas, a fin de comprobar como evoluciona su hijo o hija.

 

Hemos hablado de alumnos que deben ausentarse de la escuela por un periodo de tiempo, y de cursos o sesiones para atender a la diversidad de los alumnos. Esto no puede reducirse a una comunicación basada en textos y algunas imágenes. La videoconferencia o la distribución de televisión vía Web deben estar presentes en estas actividades.

 

La colaboración entre alumnos de diferentes centros también se motiva y enriquece con el uso de la videoconferencia. en 1995 unos alumnos norteamericanos jugaron durante unos meses con un profesor español a través de videoconferencia en Internet a un juego de descubrir elementos geográficos e históricos en relación a las cruzadas. La distancia acrecienta el interés del juego y enriquece los aspectos multiculturales.

 

La verdad es que sólo hay una forma de ver todas las posibilidades de la Web en un centro educativo y es dedicarse a gastar horas en Internet visitando sitios y sitios, preferiblemente a una hora en que la red no vaya lenta, por ejemplo por la noche.

 

En 1995 visitando la escuela Rice, vinculada a la prestigiosa universidad del mismo nombre en Estados Unidos, preguntaba al administrador de la red por qué estaban cambiando todo a protocolos de Internet, y en concreto a documentos html. ¿Por qué no utilizar ToolBook Hypercard o cualquier otro lenguaje para producir los materiales para los alumnos. La respuesta fue en síntesis:

. los documentos html son fáciles de transportar

. no pagan derechos y son por tanto gratuitos de producir y distribuir

. pueden ser leídos por cualquier ordenador con independencia de factores como

        . el número de colores

        . la definición de la pantalla

        . el sistema operativo

        . la calidad de los gráficos

        . etc.

. pueden ser actualizados instantáneamente para todos los estudiantes

. no requieren instalarse en los ordenadores uno por uno

. ni requieren desinstalarse

 

Y además, los viejos documentos html pueden seguir siendo leídos por los nuevos navegadores varios años más tarde. Efectivamente, así ha sido y mientras veo como se amontonan sobre mi mesa CD-ROMs cargados de programas multimedia que hoy no pueden ejecutarse sin problemas en los ordenadores de hoy con los sistemas operativos de hoy, y mientras veo que salen nuevos CD-ROMs con programas multimedia que generalmente no puedo ver en un ordenador que tenga más de dos años de edad, sin embargo sigo pudiendo visitar las primeras páginas que preparé: me puede gustar o no su estética y puedo pensar que con “frames” habrían quedado mejor. Pero funcionan sin un solo problema! Quizás el único defecto lo generan esos desarrolladores que prefieren la novedad técnica a la sencillez de un diseño educativo eficaz y atractivo: esos que nos llenan los campus de javas de última generación incapaz de ser procesados si no es por máquinas recientes y costosas.

 

Cuando hace dos años vi a una vieja profesora sin apenas formación informática preparar en un par de horas unas páginas html con PageMill comprendí que el Web había ganado la batalla. Es fácil preparar documentos para la Web. Puede llevar tiempo al principio pero no hay que desdeñar la colaboración de los alumnos mayores. En realidad el problema para un cambio como el que puede suponer la introducción de una escuela abierta el mundo a través de Internet está en el diseño de la enseñanza, diseño que todavía sigue basado en modelo antiguos que nada tienen que ver con las necesidades educativas de hoy.

La escuela en la Web
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